Con sus casi 30 metros de longitud y sus 44 toneladas de peso en vacío, este colosal tanque mejorará notablemente la producción de la fábrica de Cruzcampo.
No es el primero de estas características que llega al puerto hispalense, ni siquiera el más grande. de hecho, en 2018 se descargaron 2 piezas aún mayores. El contar con un acceso a Sevilla como el Guadalquivir permite la posibilidad de que estos tanques se reciban completos sin segmentar ni tener que montarlos en la fábrica de destino, lo que mejora la calidad de la cerveza que contendrá.
Estos tanques horizontales se utilizarán para la fermentación de cerveza Heineken, ya que la cerveza Cruzcampo se fermenta en depósitos verticales. Este factor aparentemente sin importancia, dota a cada una de las marcas de una personalidad propia en su sabor, ya que los microorganismos que entran en juego en el proceso de la fermentación actúan de distinta manera según la posición del depósito y su geometría.
La fotografía que acompaña a este artículo forma parte de un reportaje de Miguel de Quero que podéis ver en este enlace a su Twitter
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